¿Está realmente el mundo empresarial volviéndose verde este 2024?
En 2024, la sostenibilidad ha dejado de ser una mera tendencia para convertirse en una necesidad estratégica para muchas empresas. La creciente conciencia ambiental entre los consumidores y las regulaciones más estrictas han llevado a las compañías a adoptar prácticas más sostenibles. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿estas prácticas son genuinas o simplemente una fachada? En este artículo, analizamos el fenómeno del greenwashing, los desafíos de la transformación sostenible, la presión de las startups verdes y cómo las empresas pueden comunicar honestamente sus esfuerzos hacia un futuro más verde.
Greenwashing: la sombra de la sostenibilidad
El greenwashing es la práctica de exagerar o falsificar las credenciales ecológicas de una empresa para mejorar su imagen pública. Este fenómeno es más común de lo que queremos creer, según un estudio de TerraChoice de 2010, el 95% de los productos etiquetados como “verdes” presentaban alguna forma de greenwashing.
Un caso resonado por este tema es el de Ryanair, que en 2019 fue denunciado por anunciarse como la aerolínea “más ecológica de Europa”. La Advertising Standards Authority (ASA) del Reino Unido prohibió estos anuncios, declarando que la afirmación era engañosa. La ASA encontró que Ryanair había basado su afirmación en datos incompletos y había comparado sus emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro solo con una selección limitada de competidores, omitiendo aerolíneas con mejores registros ambientales.
Este tipo de engaño no solo daña la reputación de Ryanair, sino que también resulta en una pérdida significativa de la confianza del consumidor. El escándalo destaca la importancia de la autenticidad en los esfuerzos ecológicos de las empresas.
La rentabilidad y el desafío de la transformación
Adoptar prácticas sostenibles puede ser rentable a mediano y largo plazo. Un estudio de McKinsey en 2011 muestra que las empresas que invierten en sostenibilidad pueden ver un aumento en el valor de sus acciones y una reducción en los costos operativos.
Por ejemplo, General Electric lanzó su iniciativa Ecomagination en 2005, invirtiendo en tecnologías limpias y sostenibles. Esta iniciativa no solo mejoró la eficiencia operativa de GE, sino que también generó más de $232 mil millones en ingresos adicionales hasta 2020. Sin embargo, un informe de Harvard Business Review en 2009 señala que muchas empresas no cuentan con el capital necesario para estos cambios, lo que lleva a algunas a maquillar sus iniciativas para parecer más avanzadas de lo que realmente son.
Este enfoque superficial puede ser contraproducente y costoso a largo plazo. Las empresas deben planificar e invertir adecuadamente en su transformación sostenible para obtener beneficios reales y duraderos.
La presión de las startups verdes
La agilidad y el enfoque innovador de las modernas startups crean un entorno competitivo desafiante para las empresas más antiguas.
Vemos casos como el de Tesla, fundada en 2003, que ha revolucionado la industria automotriz con sus vehículos eléctricos, y Beyond Meat, fundada en 2009, que ha transformado el mercado de alimentos con sus productos a base de plantas. En contraste con bancos centenarios, por ejemplo, que encuentran difícil implementar cambios prácticos y rápidos, debido a sus estructuras establecidas y prácticas arraigadas.
Estas empresas tradicionales no tienen otro camino que encontrar formas de innovar y adaptar sus prácticas para mantenerse competitivas en un mercado que valora cada vez más la sostenibilidad.
Comunicación honesta y transformación progresiva
Para las empresas con procesos establecidos desde hace muchos años, es crucial abordar la sostenibilidad de manera honesta y gradual. Moderna Alimentos, una de las 25 empresas de alimentos con mejor reputación corporativa en su país y respaldada por 115 años de experiencia, es un ejemplo de cómo comunicar estos esfuerzos de manera transparente.
La décima Memoria de Sostenibilidad de Moderna Alimentos, presentada en 2023, refleja los logros obtenidos en los ámbitos económicos, ambientales y sociales. El informe está elaborado de acuerdo con los principios de la Global Reporting Initiative, que incluye 145 estándares rigurosos, y presenta los lineamientos de su nueva estrategia Moderna Alimentos Sostenible (m.a.s).
Moderna Alimentos ha marcado un hito al declarar su compromiso de ser carbono neutrales en emisiones directas para el 2026. Entre sus iniciativas destacan la certificación de su planta en Quito como Empresa Ecoeficiente y la recertificación de las plantas de Manta y Cajabamba. Además, 152 toneladas de residuos reciclables fueron entregadas a gestores ambientales, y han incursionado en la economía circular transformando 100 toneladas de residuos en abono orgánico en su planta de Quito.
La clave es ser realista sobre lo que se puede lograr y comunicar de manera clara y honesta cada paso del proceso.
Respondiendo a la pregunta…
Sí, la sostenibilidad empresarial en 2024 va más allá de una simple moda; es una necesidad estratégica y ética. Sin embargo las empresas deben evitar el greenwashing y comprometerse con prácticas sostenibles genuinas, adaptándose a las nuevas demandas del mercado sin perder la confianza de sus consumidores.
La transformación sostenible requiere inversiones reales, honestidad en la comunicación y un enfoque gradual para ser verdaderamente efectiva y rentable. Con la combinación correcta de transparencia y acción, las empresas pueden no solo sobrevivir, sino prosperar en este nuevo entorno empresarial verde.