6 estrategias de oratoria para captar y mantener la atención de tu público

Muchas veces, durante nuestra carrera profesional, y más aún en cargos directivos, debemos dirigirnos a un público, ya sea para presentar un plan, influenciar positivamente en nuestros colaboradores o enfrentarnos a los medios de comunicación en una entrevista o rueda de prensa. En este contexto, adquirir habilidades de comunicación y oratoria se vuelve esencial para hacer un buen papel, pero sobretodo, transmitir un claro mensaje y captar la atención de nuestro público.  

Practica lo siguiente: 

1. Ten un objetivo claro:

Antes de presentarte ante un público, prepara un discurso que exponga claramente lo que quieres transmitir. Usa un lenguaje simple, evita los tecnicismos, da ejemplos y, de ser posible, engloba todo en una historia, el famosos storytelling se ha vuelto en una herramienta muy utilizada en el mundo corporativo durante los últimos años, para dominarlo te recomendamos capacitarte a través de un curso especializado.

2. Practica y prepara una guía escrita:

Confiar en nuestra memoria al presentarnos ante un audiencia puede ser arriesgado, los nervios pueden jugarnos un mal papel, por lo que te recomendamos practicar tus discurso varias veces, y tener una guia de los temas o puntos más importantes en él, para no perderte durante tu presentación. Para algunas personas esta guía puede ser la misma presentación ppt que compartirás con el público (no leas textualmente lo que dice ahí, úsala solo de como resumen de puntos clave) pero si no cuentas con este recurso, o es insuficiente, puedes tener un documento impreso, o una tablet.  

3. Uso del volumen y la entonación:

Para evitar caer en el discurso monótono es recomendable enfatizar frases claves, elevar el tono (sin exagerar) y también bajarlo, hacer notar la entonación interrogativa cuando queremos poner a pensar en una idea al público, así como hacer las pausas correctas en puntos, comas, cambios de párrafo, etc.

4. Ritmo:

El ritmo es otro tema muy importante para mantener la atención de nuestro público, si hablamos muy lento aburrimos al público, pero si vamos demasiado rápido, podríamos perder su atención y no ser claros. Como referencia, lo recomendable es estar entre 130 y 150 palabras por minuto, variando el ritmo, usando pausas para enfatizar algunas ideas y acelerando en otros momentos.

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan y publicado por la BBC, analizó cómo las diversas características del habla influyen en las decisiones de la gente, para lo cual investigaron 1.400 llamadas telefónicas en las que se intentaba persuadir a la gente a que tomara parte en sondeos telefónicos.

“Los entrevistadores que hablaban moderadamente rápido, a una velocidad de 3,5 palabras por segundo, resultaron mucho más exitosos para persuadir a la gente que los que hablaban demasiado rápido o demasiado lento”, explica José Benki, el experto en psicología del lenguaje que llevó a cabo el estudio.

Según el investigador, la gente que habla demasiado rápido es percibida como un “charlatán”, alguien que está intentando engañarte, y la gente que habla demasiado lento es vista como “no muy inteligente” o “excesivamente pedante”.

5. Elimina las famosas muletillas:

Palabras o sonidos repetitivos que introducimos inconscientemente durante nuestro discurso, generalmente mientras nos detenemos a pensar unos segundos en la siguiente idea, son molestos para nuestra audiencia y denota falta de preparación o inseguridad del vocero, por lo que es un aspecto que necesariamente tenemos que eliminar.  La autora del libro “Método Bravo” (2018) Mónica Galán Bravo, nos recomienda sustituir las muletillas por el silencio, porque si no, le estamos dando a entender a nuestro interlocutor que no confiamos en nuestro mensaje. Para lograrlo, debemos practicar y practicar ante un pequeño grupo de confianza que nos señale todas esas veces en que las repetimos.

6. Expresión corporal:

Cerca del 90% de la comunicación se expresa de forma no verbal, en tu siguiente presentación toma en cuenta lo que estás comunicando a través de tu lenguaje corporal.  

  • Mira a personas de la audiencia a los ojos y sonríe. La gente tiende a poner más atención a una idea, cuando sienten que se les habla directamente; sonreír te ayudará a conectar con el público emocionalmente y que perciban tu mensaje como algo positivo. Si mirar a alguien directamente a los ojos puede jugar con tus nervios, puedes fijarte en un punto fijo detrás de la audiencia, dará la impresión de que te diriges a todos. 
  • Extiende los brazos. extender los brazos durante tu discurso hará sentir a las personas bienvenidos y parte de la conversación, además de que ayudará a llamar su atención.
  • Evita tener tus manos en los bolsillos o los brazos cruzados. Denota inseguridad o superioridad, si debes controlar tus nervios, puedes tener en tu mano un bolígrafo o una pelota de mano que te ayuda  a moverte con fluidez por un escenario o estar calmado en un podio.