Análisis de Relaciones Públicas: las declaraciones virales del presidente Daniel Noboa

Recientemente, las redes sociales se han visto revolucionadas por las declaraciones del presidente Daniel Noboa, quien, en una entrevista, optó por imitar, con intención de burla, al expresidente Rafael Correa, cuando se le cuestionó sobre el apoyo de la banca RC5 a su ley económica.

“Por más que ahora me dicen que soy bruto y que no me consideran inteligente… entonces no sé por qué la gente votó por mí: ¿Because he is nice, because he is handsome, it is something incredible?” dijo haciendo alusión a esta frase en inglés que el expresidente Rafael Correa había realizado hace tiempo, con un inglés atropellado y por los cual se había convertido en meme.

Desde la perspectiva de las relaciones públicas, este es un momento clave para reflexionar sobre cuándo y cómo la viralidad juega a nuestro favor.

Impacto dual:

Las declaraciones virales pueden tener efectos mixtos. Por un lado, pueden aumentar la visibilidad y generar conversación, pero por otro, pueden comprometer la seriedad de la comunicación. Exploramos este delicado equilibrio a continuación.

Viralidad positiva vs. profesionalismo:

Mientras la imitación atrajo atención y generó apoyo entre ciertos grupos, también plantea preguntas sobre la seriedad y el enfoque de la entrevista.

En el campo de las relaciones públicas, es fundamental equilibrar la búsqueda de atención con la necesidad de mantener una imagen de liderazgo y profesionalidad. El riesgo de priorizar la viralidad es que puede distraer de los mensajes sustanciales que la figura pública intenta transmitir.

Apoyo de seguidores vs. credibilidad general:

Aunque los seguidores de Noboa, y más aún los opositores a Correa pueden celebrar esta actitud, la misma genera preguntas sobre la credibilidad y la seriedad del presidente en otros sectores. En este sentido es importante recordar que Noboa llegó a la presidencia con la consigna de no ser “anti nada” es decir que no tenía enemistad con ningún grupo político, y esta imagen poco a poco se va desvaneciendo, quizás su actual posición como líder político lo ha obligado a moverse de su posición neutral.

De todas maneras. La responsabilidad de un líder incluye mantener la confianza de una audiencia diversa, no solo de sus seguidores más leales, por lo que el Presidente debe cuidar mucho más sus intervenciones en prensa.

Lo que debemos evitar:

En el mundo de las RR.PP., hay ciertas prácticas que se deben manejar con cautela para mantener la efectividad y la integridad de la comunicación.

Desviarnos de los mensajes básicos:

Enfocarse en elementos distractores, como imitaciones o comentarios humorísticos, puede desviar la atención de los mensajes clave que se desean transmitir. Este tipo de tácticas, aunque puedan ser atractivas a corto plazo, a menudo resultan en una cobertura mediática que ignora los aspectos más sustanciales de la entrevista, como políticas o estrategias propuestas.

Poner en riesgo nuestra credibilidad:

Las declaraciones poco serias o controvertidas pueden socavar la credibilidad y seriedad del entrevistado. En la gestión de la imagen pública, mantener un balance entre ser accesible y respetable es clave. La reputación y la credibilidad es un activo valioso, especialmente en situaciones donde la confianza pública es esencial.

Balance y estrategia

En el mundo de las relaciones públicas, el balance es clave. Las entrevistas deben ser aprovechadas para fortalecer la imagen y transmitir mensajes estratégicos. Aunque la viralidad puede ser beneficiosa, no debe socavar la percepción general de profesionalidad y liderazgo.

Este caso subraya la importancia de una estrategia de comunicación bien pensada, donde cada declaración y acción esté alineada con la imagen deseada. Incluso en momentos de aparente ‘triunfo’ mediático, es esencial considerar el impacto a largo plazo en la imagen y reputación.

En Taktikee, recomendamos a nuestros clientes mantener un equilibrio entre captar la atención y preservar la seriedad, asegurando que sus mensajes clave no se pierdan en el ruido mediático.