El desvirtuado mensaje feminista
Somos testigos de un momento histórico denominado la “cuarta ola feminista”, protagonizado por multitudinarias manifestaciones a nivel mundial, que buscan denunciar la violencia contra la mujer y exigir que se corrijan algunas deudas históricas que la sociedad ha tenido en relación al reconocimiento de sus derechos fundamentales.
La nueva oleada feminista se da en una era de libre comunicación a través de Internet, en donde no existen filtros de veracidad o calidad de la información y donde cada usuario es el único responsable de lo que lee y publica; lo cual desemboca en una desinformación desenfrenada que puede llegar a manchar buenas causas: lo vimos con el caso de Greta Thunberg, activista ambiental y adolescente, quien a pesar de abogar por un mensaje importante, fue duramente criticada; y lo vemos ahora también, amenazando los objetivos de los movimientos feministas.
Pero, ¿qué lleva a que una causa cuyo origen es legítimo y noble, genere rechazo por parte de un buen segmento de la población? ¿es que el mundo no anhela la igualdad?, o ¿es que el mensaje feminista no ha sabido llegar de la manera adecuada?
Igualdad de Género
Según una encuesta publicada por la BBC, en Reino Unido y EEUU, menos de 1 de cada 5 mujeres jóvenes se auto definiría a sí misma como feminista, pero no necesariamente porque no comparten anhelos “feministas”, ya que también se reveló en este mismo artículo que 8 de cada 10 personas creen que hombres y mujeres deben ser tratados de igual manera en todos los aspectos, así como que muchos consideraban que el sexismo es un problema y, además, que en EEUU (2017) ya solo el 8% de los encuestados estaba de acuerdo con los roles tradicionales de género, vs el 43% que estuvo de acuerdo en 1984.
Entonces tal parece que las personas sí comparten algunos ideales de los movimientos feministas aún sin saberlo, pero tienen un problema con el uso de la etiqueta.
Los Errores
El mensaje
Los grupos feministas han encontrado varias formas de manifestación, cada una caracterizada por la tendencia de su grupo particular, y es que pocos saben que existen varios estilos para abordar el feminismo, unos radicales, políticos, otros liberales, etc; (puedes encontrar más detalles AQUI); y ha sido esa variedad de mensajes, una de las principales causas de la reputación que se ha ganado. Además:
El fondo:
Sabemos que en esencia hay por lo menos dos cosas que todos los grupos feministas persiguen: la igualdad de género y la no violencia machista, y hasta ahí casi todos de acuerdo; pero de ese punto nacen nuevas causas, que pueden o no ser compartidos por todo feminista, pero que sí les han abierto muchos flancos frente a la sociedad; por ejemplo, se relaciona al feminismo con temas como: el pro aborto, el rechazo a la maternidad, a la Iglesia, al sistema de justicia, al capitalismo… son tantas las cosas que se quieren cambiar de golpe; que cada vez encuentran nuevos contrincantes y por ende, menos aliados.
La forma:
Hemos visto protestas donde las mujeres destruyen propiedad pública, se desnudan, incluso queman figuras masculinas intentando incomodar e impactar, quizás, pero siendo comprendidas por muy pocos. Así mismo, han habido protestas pacíficas donde las mujeres marchan con carteles que hablan de cifras impactantes sobre violencia contra la mujer, protestas creativas que han logrado posicionar un mensaje y generar un debate público, como la canción y coreografía del colectivo chileno Latesis, que se volvió tendencia en estos días: “un violador en tu camino”.
Y es que no está mal impactar con un mensaje, e incluso sacudir un poco a la sociedad para que te preste atención, pero sin duda debes conocer los límites de tu público y ser mucho más estratégico, si lo que quieres es ser escuchado.
La vocería
Cuando de la reputación de una organización se trata, es posible planificar de manera estratégica el mensaje que se quiere dar, así como seleccionar y preparar a los voceros que lo compartirán. De esta manera, sabemos que la opinión pública acompañará de forma coherente a las acciones de dicha empresa.
Pero, qué pasa cuando no se trata de una empresa, y ni siquiera de un movimiento social coordinado, sino de cientos de grupos heterogéneos, con agendas distintas, que se bautizan con el mismo nombre: básicamente es el peor escenario posible, bajo una perspectiva de Relaciones Públicas, ya que sin control del mensaje y de los voceros, no hay manera de resguardar la buena reputación del nombre, y ese ha sido el resultado: la palabra Feminista genera en muchos incomodidad e incluso un rechazo automático.
He ahí la importancia de la vocería, allá afuera existen muy malos comunicadores con la mejor de las intenciones, pero que terminan desprestigiando a todo un colectivo.
Escenario futuro
Como todo levantamiento social espontáneo, el caos del mensaje feminista seguirá reinando en nuestras redes sociales, algunas demandas calaran en la conciencia social de a poco, e influenciarán en los de mente más abierta (usualmente los niños). Y otras no encontrarán cabida, por ahora.
Pero hay datos concretos y claros que preocupan a todos:
- Ocurren al menos 12 feminicidios diarios en América Latina, según la CEPAL (2016).
- Estudios demuestran que hasta el 70% de las mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental durante su vida.
- En conjunto, las mujeres y las niñas suponen cerca del 72% de las víctimas de trata de personas a nivel mundial, cita la ONU.
Entonces, si esto también te preocupa, involúcrate. Conviértete en un vocero positivo del feminismo, investiga por tu propia cuenta y crea conciencia dentro de tu círculo, no importa cómo te denomines.
Plus: Rompe mitos, aqui hay un texto sobre lo que NO es el feminismo, que tal vez ahora te interese leer.