Brilla en tu próxima presentación con estos 6 consejos
En promedio, los seres humanos estamos conscientes sólo del 7% de todas las cosas que comunicamos; y el otro 93% de información que entregamos -generalmente a través de expresiones corporales, por ejemplo- está fuera de nuestro control. Al menos si no tratamos de auto-educarnos de manera diferente.
¿Por qué debería interesarnos hacerlo?
Por un lado, ese 93% de cosas que comunicamos sin darnos cuenta, es condicionado por nuestros pensamientos, emociones y sentimientos; lo cual supone un problema cuando estos se interponen con nuestros objetivos, como querer dar una gran presentación, pero tener miedo de exponernos.
Por otro lado, con solo un 7% de oportunidad de comunicarnos conscientemente, necesitamos hacerlo de manera efectiva, y no siempre sabemos cómo.
Existen muchas cosas que aprender en torno a este tema, y debemos saber que son habilidades que requieren práctica para dominarlas de forma natural y que funcionen de la mejor manera, pero, para empezar, aquí te dejamos 6 consejos que puedes aplicar en tu próxima presentación y comprobar su eficacia:
1. Domina el tema
No te enfrentes nunca a un público sin dominar el tema que vas a presentar. Estar seguro de lo que tienes que decir, y tener la capacidad para responder a cualquier pregunta, te ayudará a sentirte confiado y tranquilo.
Está bien repasar una presentación, y tener talking points preparados, pero no te confíes únicamente de tu memoria, para hablar con naturalidad y poder explicar algo de diferentes maneras, debes dominar el tema.
2. Simplifica tu mensaje
En una frase, ¿qué es lo más importante que debe saber este grupo de personas al terminar la reunión?, ahí tienes tu mensaje clave. A partir de este puedes empezar a preparar tu exposición y detallar cuestiones importantes, pero solo con el objetivo de reforzar el mensaje principal.
Cuando prepares tus puntos, anota lo mínimo necesario que debes decir para darte a entender frente al público, dejando la oportunidad de que sean ellos quienes te pidan ampliar el tema, de ser necesario.
En el mundo corporativo nunca hay suficiente tiempo, y las personas aprecian de sobre manera que puedas entregar un mensaje de forma efectiva, concreta y en poco tiempo. Puedes utilizar, por ejemplo, el método “Pecha kucha” o 20:20, para preparar tu exposición en solo 6 minutos y 40 segundos. Aquí te dejamos un link donde puedes aprender a usarlo.
3. Pon atención al lenguaje corporal del resto
Ya habíamos mencionado que las personas decimos muchas cosas sin percatarnos, pues puedes usar esto a tu favor en tu próxima reunión. Fíjate en el resto de personas, sus expresiones y posturas pueden revelarnos si están atentos, y será una buena manera para saber si deberías seguir hablando y ampliando tu discurso, o sería mejor concretar el tema y terminar pronto.
- Que te miren a ti, en vez de a su teléfono o a sus apuntes, es la señal más clara de atención. Podrás ver que cuando una persona está interesada en lo que dices, imita tus propias expresiones: sonríes y te sonríen de vuelta, por ejemplo.
- Mantener la atención por un tiempo prolongado suele ser difícil para la mayoría, así que no esperes un público estático en sus sillas, pero sí puedes saber que su paciencia ha terminado si miran constantemente la puerta o se inclinan hacia ella.
- A todos nos da pánico aburrir al resto con nuestra exposición, si ves que la gente está bostezando, haz una pausa, permite que salgan un momento, se muevan un poco, y antes de que regresen, abre una ventana para que entre aire, mejora la iluminación y trata de no utilizar un tono muy monótono al hablar.
4. Escucha de verdad y sé sincero
Cuando te enfrentes a un público, anda con la mente abierta, escucha los consejos y las dudas del resto frente a tu intervención, procésalo y solo después, responde. Puede ser que no tengas la información requerida en ese momento, pero admitir esto y ofrecer enviarla posteriormente, es mucho más eficiente y genera mayor confianza en ti, que dar una réplica sin contenido de valor. Lee más detalles sobre cómo aplicar la escucha activa en este link.
El primer problema que suele ocurrir al momento de comunicarnos es que no nos escuchamos. Cuando cada interlocutor llega a una conversación con la mente cerrada, con un mensaje preparado y predispuesto a creer en algo, no existe una verdadera comunicación. Tu red flag para saber que realmente no estás escuchando, es cuando tienes la respuesta lista en tu cabeza, antes de que la otra persona ni siquiera termine de hablar.
5. Selecciona bien tus palabras
Mejora tus probabilidades de tener la atención y el respaldo de tu audiencia utilizando un lenguaje positivo. Las personas estamos inconscientemente inclinadas a rechazar y ponernos a la defensiva frente a un discurso cuando este usa palabras negativas, a pesar del contexto en que sean utilizadas.
Al momento de preparar tu discurso, selecciona frases positivas para expresar una idea; por ejemplo, en vez de decir que algo no funciona, di que tiene oportunidades de mejora; Expresando lo mismo, pero de otra forma, puedes sonar mucho más esperanzador ante el resto. Te recomendamos este artículo sobre el lenguaje positivo.
6. Haz que su tiempo haya valido la pena
Para que la buena impresión perdure más allá de una presentación, deja a tu público siempre con algo que sentir, algo que recordar o algo que hacer. Si tu intervención no produce nada de esto al terminar, habrá sido una descarga de información sin sentido y una pérdida de tiempo.