Próximos a entrar en ese mes del año en el que los consumos se disparan, la personas se aceleran y los menos afortunados reciben algo más de atención; los invitamos a que reflexionemos sobre las “buenas acciones” de nuestras empresas durante todo el año. Es importante que lo hagamos, no solo porque la época del año nos impulsa a hacerlo, sino porque los tiempos lo exigen, y es que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es mucho más que una actividad anual, es el reflejo de la transparencia y coherencia con la que una empresa trabaja por sus empleados, sus clientes, su comunidad y el medio ambiente.
Cuando no conocemos cómo la responsabilidad social puede impulsar nuestra empresa, es más fácil decir que no estamos listos para practicarla, o que no tenemos recursos, gente ni tiempo para integrarla en nuestra gestión. Por lo que, alternativamente, muchas empresas optan realizar alguna actividad en el mes de diciembre para un grupo necesitado, y con suerte, lograr la atención de los medios también. Lejos de querer juzgar aquellas acciones aisladas de filantropía empresarial (que también cuentan), queremos destacar por qué podrían las empresas beneficiarse mucho más si convierten estas buenas acciones en un programa sostenido a largo plazo, que tenga como concepto base la misión de la empresa, con objetivos y estrategias claras, medibles y cuantificables.
1. Crecer y existir a largo plazo
El primer punto es el más simple y a la vez el más importante, si nuestro interés es que la empresa continúe generando valor a largo plazo, es innegable que debemos crear un balance entre el crecimiento económico, el bienestar social y el aprovechamiento de los recursos naturales; caso contrario, si los recursos se acaban o encarecen, y los consumidores dejan de comprar, será imposible existir.
2. Reputación
La reputación, vista como un conjunto de percepciones sobre una empresa y que se construye a largo plazo, sólo es sostenible en el tiempo cuando se ha fortalecido con una serie de acciones positivas, reales y coherentes con el discurso corporativo.
En este sentido, cuando una empresa es responsable en toda su cadena de valor: se preocupa de cómo sus actividades impactan a las comunidades, sus empleados, el medio ambiente, a los grupos vulnerables, y realiza permanentemente las mejoras necesarias para garantizar un impacto positivo, logrará, la atención de la opinión pública, la aprobación de muchos y un boca a boca positivo.
3. Clima Laboral y productividad
Se han realizado varios estudios que revelan el impacto que un programa de responsabilidad social tiene en el sentido de pertenencia y orgullo de los colaboradores hacia la empresa y los resultados son contundentes:
Por ejemplo, un estudio publicado por Cone Communicationsen 2016, determina que el 51% de empleados estadounidenses no trabajaría para una empresa que carezca de fuertes compromisos sociales y ambientales. Además, que dentro de los beneficios que buscan los profesionales actuales, esta la oportunidad para participar activamente en mejorar las prácticas de RSE en su organización (78%), por lo que probablemente no te falten manos.
4. “Goodwill”
Vivimos una era de hipercomunicación, donde pocas noticias pasan desapercibidas, los nuevos consumidores son más exigentes y críticos con las empresas que les ofertan y además mucho más conscientes con el medioambiente y los grupos vulnerables. Es por esto que cada vez más las empresas están prácticamente “obligadas” a hacer las cosas de forma responsable y solo así ganarse el cariño y apoyo de sus consumidores.
5. Competitividad
Por todos los puntos mencionados anteriormente, podemos decir que integrar prácticas responsables en el corazón de la estrategia empresarial, te colocará en una posición mucho más competitiva en tu mercado, esto ya lo saben las mayores empresas del mundo, dale un vistazo a este lista de las 7 empresas con mayor responsabilidad social en 2017. También te puede interesar saber que las compañías que conforman el Ibex 35 de España y un número creciente de pymes, publican sus memorias de sostenibilidad y hacen de la Responsabilidad Social Empresarial su carta de presentación.
Este diciembre no dejes de lado tus actividades filantrópicas, pero considera iniciar el 2019 con un programa de responsabilidad social que se integre con todas las acciones de tu compañía, el beneficio es para todos.