Asuntos Públicos: qué son y para qué sirven 

Dentro de las Relaciones Públicas, términos como Lobby, Relaciones Institucionales y Asuntos Públicos suelen confundirse o usarse como sinónimos. Sin embargo, conocer la diferencia entre unos y otros, te puede dar toda la ventaja. 

Podemos empezar por decir que los Asuntos Públicos son un concepto más grande y una herramienta estratégica muy importante. Esta área de la comunicación de una empresa forma parte integral, tanto de la estrategia comercial, como del manejo de la reputación que una marca va construyendo a lo largo del tiempo. 

Los Asuntos Públicos abarcan todas las acciones que una empresa pueda tener frente al entorno político, económico, social y medioambiental. Esto incluye las relaciones colaborativas que una empresa genera tanto con organismos públicos como privados, y también con la comunidad que se ve impactada -positiva o negativamente- por el desarrollo de nuestro negocio. Los Asuntos Públicos buscarán escuchar a todos los personajes que se ven involucrados con el fin de anticipar riesgos y detectar oportunidades para la construcción de una sólida reputación y credibilidad de la marca. 

 

¿Qué hay del Lobby y las Relaciones Institucionales?

 

Ambas son herramientas que forman de la gestión de Asuntos Públicos, te describimos aquí sus usos:  

El término Lobby o Cabildeo se refiere a la presión o influencia que un personaje o grupo de personas, logran generar frente a acciones y decisiones políticas de legisladores o representantes de gobierno, para obtener una resolución o acuerdo favorable a los intereses propios o de terceros. Si bien esta práctica debe ser aplicada dentro del marco legal, muchos escándalos de corrupción o tráfico de influencias, o incluso las películas, han generado que relacionamos el concepto de Lobby, a algo ilegal o malicioso. 

Las Relaciones Institucionales, también llamadas RRII, buscan ampliar los nexos de las empresas con otras instituciones públicas o privadas con el fin de:

  • Permitir a las empresas conocer las cuestiones legislativas y políticas que podrían afectar sus actividades o intereses.
  • Obtener información sobre escenarios comerciales, tales como entrada de nuevos inversionistas, tendencias, o demandas sociales, que afectan de una u otra manera su negocio. 
  • Ampliar el círculo de influencia de las empresas y sus nexos, con el propósito de multiplicar sus oportunidades de negocio en el corto, medio o largo plazo.

 

Gestión de Asuntos Públicos en la época actual

 

Un manejo exitoso de los Asuntos Públicos debe garantizar un balance entre los intereses de nuestro sistema y nuestros intereses propios, y son una forma de agregar valor, un valor que va mucho más allá para nuestra marca. 

La lectura del entorno no solo nos permite entender “lo público” y participar acertadamente. Los Asuntos Públicos, en la era de la big data y las redes sociales, pueden llevar nuestras estrategias comerciales y de comunicación a otro nivel, a través de Social Listening podemos entender las tendencias y necesidades de mercado para responder rápidamente.

Adicionalmente, a la crisis de credibilidad de las instituciones tradicionales y de las instituciones gubernamentales se suma a una rápida reacción de los públicos a través de internet, esto genera un vacío, y un espacio de oportunidad, que llama a las empresas privadas actuar e influir directamente en la esfera pública. Tratamos un ejemplo muy claro en nuestra publicación Marcas Globales Contra Rusia. 

El escenario no es exagerado, aquellas marcas, capaces de entender y aprovechar la información y generar una estrategia de Asuntos Públicos, tendrán más oportunidades y podrían incluso crear una esfera de influencia determinante en la sociedad.  José Saramago planteó alguna vez, casi como predicción hace 22 años, que ya llegará el día en que no votaremos por gobiernos sino que pondremos nuestros “países a subasta para ser gobernados por Coca-Cola, Mitsubishi, General Motors”.