El presidente de los Estados Unidos vs las Redes Sociales ¿Quién tiene más poder?

Históricamente se ha visto al presidente de los Estado Unidos como “el hombre más poderoso del mundo”, sin embargo, esta nueva era no deja de sorprendernos. 

 

Desde que Joe Biden fue declarado presidente electo de los EEUU en noviembre de 2020, Donald Trump ha protagonizado una serie de noticias alarmantes al no aceptar su derrota. Por todos los medios, algunos legales y otros sospechosos, el presidente saliente ha denunciado un supuesto fraude en las elecciones e intentado invalidar los resultados.

En uno de sus últimos intentos, el día miércoles 6 de enero, día en que se llevaba a cabo la certificación de los votos, proceso que normalmente marca el final del ciclo electoral, Trump dio un mensaje a sus partidarios en el National Mall; les dijo que las elecciones habían sido robadas y les animó a dirigirse “pacíficamente” a la sede del Congreso para protestar. 

Ese mismo día, seguidores de Trump asaltaron el Capitolio irrumpiendo la jornada en la que el Congreso debía certificar la victoria del demócrata Joe Biden. Mientras esto sucedía frente a los ojos de perplejidad del mundo, y mientras la violencia aumentaba dentro y fuera del Capitolio, Trump apareció nuevamente en un video publicado en su cuenta de Twitter dirigiéndose a los manifestantes, les dijo “los amo” y calificó a las personas que irrumpieron en el complejo del Capitolio como “patriotas”.

El bloqueo

En vista de los sucesos que ocurrían en Washington, las compañías de Mark Zuckerberg: Instagram y Facebook bloquearon las cuentas de Donald Trump; mientras que Twitter suspendió temporalmente su perfil por “infracciones repetidas y graves” de su política de Integridad Cívica. Twitter advirtió que la cuenta @realDonaldTrump permanecería bloqueada hasta que se borren 3 de sus tweets y añadió que futuras violaciones de las reglas de Twitter resultarían en la suspensión permanente de la cuenta oficial del presidente saliente de los Estado Unidos.

Los impactantes eventos de las últimas 24 horas demuestran claramente que el presidente Donald Trump tiene la intención de usar el tiempo que le queda en el cargo para socavar la transición pacífica y legal del poder a su sucesor electo, Joe Biden“, escribió Zuckerberg en Facebook este jueves 7 de enero.

Creemos que los riesgos de permitir que el Presidente continúe usando nuestro servicio durante este periodo son simplemente demasiado grandes“.

Por lo tanto, estamos extendiendo el bloqueo que hemos colocado en sus cuentas de Facebook e Instagram de manera indefinida y al menos durante las próximas dos semanas hasta que se complete la transición pacífica del poder”, afirmó Zuckerberg.

12 horas después del bloqueo de Twitter, la cuenta de Trump en esta red social se restableció, pero los 3 tuits que violaban las políticas aparecían como no disponibles, lo que puede indicar que él o uno de sus asociados, pudo haber tomado las medidas necesarias para conseguir que se restaure la cuenta. 

No obstante, para el viernes 8 de enero, la cuenta había sido definitivamente eliminada por Twitter tras 2 nuevos posteos del presidente: 

“Los 75.000.000 de grandes patriotas estadounidenses que votaron por mí, AMERICA FIRST, y HACEN QUE AMÉRICA SEA GRANDE OTRA VEZ, tendrán una VOZ GIGANTE en el futuro. ¡¡¡No serán irrespetados ni tratados injustamente de ninguna manera o forma !!!”

“A todos los que me han preguntado, no iré a la Inauguración el 20 de enero”.

A lo que Twitter interpretó “como una indicación más de que el presidente Trump no planea facilitar una ‘transición ordenada'” y que está “siendo recibido por varios de sus partidarios como una confirmación más de que la elección no fue legítima”.

El debate 

¿Deben las redes sociales actuar como un canal de comunicación o como un juez? ¿Son estas compañías responsables del contenido que en ellas se publica?

No es la primera vez que las redes sociales se encuentran en el ojo del huracán, estas poderosas plataformas de comunicación se han convertido muchas veces en catalizadores de fenómenos sociales. Podemos recordar cuando Facebook alcanzó su clímax en la llamada primavera árabe (2011) con la manifestación contra el régimen de Mubarak convocada a través de la red social; sin embargo, así como han sido usadas como punta de lanza en la lucha contra la violación de derechos, también han sido aprovechadas para alcanzar terribles propósitos relacionados a actos terroristas, grupos pederastas, entre otros. 

Hasta la fecha, poco se ha hecho alrededor del mundo para controlar el poder de estas compañías, la delicada línea entre la censura y la libertad de expresión, más el masivo volumen de mensajes que estas plataformas recogen, hacen muy difícil su control y los gobiernos no han acertado en cómo interceder. Frente a la falta de acción, han sido las propias redes sociales quienes han impuesto sus reglas. 

Según la Sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones de EEUU, las redes sociales no se hacen responsables del contenido publicado por sus usuarios, pero pueden eliminar contenido obsceno, acosador o violento, a su criterio, siempre que lo hagan de “buena fe”. 

La lucha de poder

Los sucesos de esta semana con el bloqueo a las cuentas de Donald Trump no son la primera batalla entre el Presidente y las grandes plataformas de internet. 

En febrero de 2020 Twitter introdujo la herramienta de verificación para advertir sobre contenidos manipulados en un intento por minimizar el impacto de las “fake news”. Meses después, en mayo, la plataforma instaló un aviso de verificación en uno de los tuits del presidente, donde señalaba que habría fraude en el voto por correo para elecciones presidenciales, y que fue implementado en el estado de California, ante la emergencia provocada por el Covid-19.

En su tweet Trump decía: “Los buzones serán robados, las papeletas serán falsificadas e incluso impresas ilegalmente y firmadas de manera fraudulenta”, frente a lo cual, Twitter dejó claro que: “los verificadores de hechos dicen que no hay evidencia de que las boletas por correo estén relacionadas con el fraude electoral”.

Tras este suceso, Donald Trump arremetió contra la plataforma, según él en “defensa de la libertad de expresión”, y firmó una orden que regula las redes sociales en los EEUU, modificando la Sección 230. La orden ejecutiva establece ahora que esta inmunidad legal no se aplica si una red social edita contenido publicado por sus usuarios y que no se debe ofrecer inmunidad al bloqueo “engañoso” de publicaciones, incluida la eliminación de un texto o foto por razones distintas a las descritas en los términos de servicio de un sitio web.

Antes de que el decreto se convierta en una acción real tendrá que pasar por un largo proceso, que incluye la revisión de la ley federal por parte de las agencias gubernamentales independientes, votación, y seguramente los tribunales. 

La lección para las marcas

Este contexto histórico con el que iniciamos el 2021, puede ser una bofetada para despertar a los que aún estaban dormidos, y no veían ni entendían el poder que tienen las redes sociales ante la opinión pública. Si este es tu caso, y tu marca aún no está trabajando en su estrategia digital de construcción de marca y reputación, regresa a ver lo que sucede en el mundo, y como el poder de las redes puede callar al hombre “más poderoso del mundo”, y redirigir el comportamiento de las masas.